MI DENTISTA ...Y YO

Acabo de llegar de una consulta a mi dentista…y no puedo resistir la tentacion de compartir con ustedes una experiencia como esta.

Aun tengo en la boca las secuelas de la anestesia (no siento los labios de arriba, ni los de abajo, ni la lengua, ni la punta de la nariz), la camisa aun la tengo sudada, la cara salpicada de residuos dentales, y los lentes torcidos de la presión que la Sra. Odontóloga ejercía con sus manos recubiertas con guantes de látex sobre mi rostro…mirarme ahora mismo es toda una aventura.
(No descarto que en la parte trasera de mis pantaloncillos, haya también alguna secuela de mi visita al dentista).

Y debo reconocer que lo de hoy, ha sido toda una experiencia a la que fui incapaz de acudir solo (porque yo al dentista no voy solo, porque sino, no llego), fui con Lary.

Aun lo pienso y tiemblo…y más me preocupo solo de pensar que mi caso no ha hecho más que comenzar, y que esa primera cita no es más que el inicio de una serie continuada de sesiones de tortura a las que tendré que acudir durante una temporada de forma voluntaria, cual Borrego al matadero, con la gran desventaja de saber a lo que me enfrento.

Lary se encargó de que el trayecto fuese llevadero, hablando de otras cosas, de los niños, del colegio, del viaje que hicimos a España, de los cerditos de mi suegro
(porque está poniendo una granja), en fin….el caso es que llegué de lo más despistado, y hasta el tiempo en la sala de espera pasó rápido y sin los temblores sistemáticos de este tipo de situaciones.

Por lo menos hasta que llegó la doctora…..

Al fondo del pasillo apareció la silueta….a lo lejos….a contra luz….venia caminando como en cámara lenta…pasos cortos y lento caminar…desde donde estaba apenas podía distinguir su rostro…..la gente la miraba cuando pasaba por su lado….a lo lejos aullaba un viralatas.

- Buenas…

Que palabra escogió para el saludo….”Buenas”..así a secas…un par de besos a Lary y un fuerte estrechón de manos para mi….con la más insana intención de dejar un territorio marcado.

En su mirada se podía leer lo que pretendía decirme con el apretón:

- Estás en mi terreno…

Y no es que ella sea mala.

Todo lo contrario…es buena….muy buena.

Esa dulzura, tacto, paciencia y serenidad que la desborda, y esa educación es lo que hace que uno entre confiado y tranquilo a un consultorio (de época) que en realidad oculta la peor sala de tortura de la inquisición francesa.

La entrada al consultorio fue por un túnel oscuro, poca luz, ninguna ventana por la que escaparse de ser necesario …(al menos así lo recuerdo) Lary iba delante ….como siempre, decidida, con paso firme, justo detrás de la doctora y tratando de llevar a buen camino una conversación sobre molares, inferiores aparatos de blanqueamiento, y lámpara de secado…..las paredes eran altas como lo son todas en las casas de Gazcue….y la puerta que tiene su cosa para abrir y me imagino que para cerrar también.

Las luces no encienden todas al mismo tiempo… (eso no sé si es para impresionar o es así que funciona) …primero un tubo, después dos mas…un cuarto que parpadea y después lo logra …y así hasta completar toda la iluminación mas o menos cuando ya íbamos por el quinto pinchazo de la anestesia.

Dentro es como cualquier consultorio ...las sillas (a falta de una, dos) …paredes marrones, no estoy seguro porque iban cambiando de color con cada raspado de los dientes), un mueble con muchas gavetas pequeñas para guardar cosas pequeñas (a simple vista se veía que la mitad no cerraban muy bien), y sobre ella un aparato que parecía un microondas de los 80s dentro de lo que estaban todas las herramientas de tortura, una pileta con una llave que no cierra del todo, una caja de guantes, las radiografías de las victimas anteriores, y algún que otro papelito pegado en la pared…se podría decir que era una situación normal dentro de lo que puede ser normal en una situación como esa.

Sentarme en el sillón fue lo más fácil de todo…. no pararme a mitad de la consulta: lo más difícil.

Pero ellas, lo logran todo… (Si…mi esposa y su cómplice la doctora).
(Ah…y debo decir que en esta conspiración hasta mi suegra estaba implicada…tres contra uno: una Doctora en ejercicio, una doctora que no ejerc , y una ejecutiva bancaria …como se lucha contra eso en un consultorio dental??...Imposible!!! ..Uno siempre pierde).

Me tocó resignarme…la batalla estaba perdida desde que comenzó…no había por donde escapar, ni ventanas, ni puerta trasera…era solo sentarme y rogarle a Dios que todo sucediera lo más rápidamente posible.

Me habían llevado allí distraído, para que no me diese cuenta de lo que me iba a pasar en realidad….la tranquilidad que se respiraba en el ambiente no era más que la calma tensa antes de la tormenta …..No había vuelta atrás.

Y me senté…el sudor corría por mi espalda…podía sentir como mojaba el sillón, las piernas me comenzaban a temblar y las manos estaban frías desde hace rato….

La fase uno, del proceso de tortura había comenzado.

El techo estaba limpio….las luces haciendo de las suyas….la lámpara de trabajo sobre mi cabeza …y a la izquierda un aparato que después descubrí que era una máquina de Rayos X (ponerla a funcionar costó lo suyo).

Desde ese ángulo la cosa se veía bien jodida….y más aun cuando me pusieron un ridículo babero de papel colgando de una cadenita.

- Tenga, es para que no se manche - dijo

Mancharme de qué?...Me pregunté a mi mismo pensando sólo en la cara de risa que Lary debía de tener al otro lado de la sala.

Ya me empezaba a imaginar el chorreo de sangre deslizándose por la comisura de mis labios…los dientes cayendo sobre el baberito, la baba ……

Ese era el momento….ahí es que tenia que haberme levantado y salir corriendo… poner una excusa pendeja….

- Perdone….tengo que irme, acabo de recordar que es la hora de sacarle una lombriz al perro.

Pero no….uno como es macho, y además tiene ahí a su mujer…y la doctora es otra mujer…y la suegra de uno sabe que estamos ahí…..pues claro…marcharse no era en absoluto una opción…(como queda uno si sale corriendo por miedo a esa pobre Sra. con cara de no rompo un plato).

Y me quedé…ahí mismo…en el sillón, acostado boca arriba con mi baberito colgado esperando a ver que carajo era lo que estaba sacando de una gaveta la susodicha incúmbete…el ruido a metal…..el busca y no encuentro….abre una gaveta, la cierra, abre otra….y otra….y otra más…

Cuando se dio la vuelta ya estaba cargada con mil cachivaches de metal, con mucho filo y puntas indescriptibles….

- Vamos a empezar

Sobre mi rostro se calzó los guantes de látex ….estirándolos y soltándolos sobre sus manos, dejando escapar un ruido que daba escalofríos….

Son guantes para no mancharse con mi sangre…( pensé ), la cosa es grave…

Se puso la mascarilla, los lentes…..y tomando en sus manos un pequeño espejito, jaló de mi mejilla hacia fuera como si fuera de goma y metió media docena de sus dedos en mi boca (espejito incluido) …buscando y rebuscando por donde empezar su trabajo.

Quién lo diría.

Y no es que hace falta que me amarren a la silla, su amplia sonrisa, su tranquilidad, su paciencia, su seguridad son, indudablemente sus mejores armas para lograr que no descubras cuales son en realidad sus verdaderas intenciones, transformándose minutos más tarde, y detrás de una pequeña máscara que cubre su rostro, en el ser más sanguinario que pueda existir sobre la faz de la tierra.

Y es mayor….una Sra.….blanca (el color no es que importe , pero la ayuda a disimular sus verdaderas intenciones), su rostro es porcelanoso, pocas arrugas, ojos pequeños, y de hablar pausado y lento , al igual que cada uno de sus movimientos, los cuales no son para nada predicables, lo que aumenta más aun la tensión de la sesión de tortura…, porque cuando menos te lo esperas, y como por arte de magia, saca de debajo de la manga un taladro diminuto que te lo mete en la boca en menos que canta un gallo empezando a hacer de las suyas con ese aparato sin que uno se atreva ni siquiera a moverse para que la desgracia no sea aun más grande…y además por culpa de uno……

Sus ojos ya están cansados y para trabajar usa unos pequeños lentes de esos “de cerca”, lo que le aumenta la apariencia de “abuelita de caperucita”.... lo único que la delata son sus manos dentro de mi boca poniendo patas arriba todo lo que puedo tener dentro de ella….escarbando entre los dientes con su taladro…con sus punzones….

El dolor era insoportable….se podía ver en mi ojos litros de lágrimas a punto de brotar…

Maldición ella de dio cuenta.

- Hay que poner anestesia.

Muchos dirían que eso es lo mejor que me podría haber pasado…a esos muchos los quisiera yo ver sentados en ese sillón…

Una aguja de medio metro pegada de un extraño dispositivo impulsor del líquido adormecedor se clavó en mis encías sin poder evitarlo por muchos movimientos que hice para escapar a semejante intento…..una y otra vez…..arriba…a la derecha…abajo…a la izquierda…..más adentro…..más aun…..

En unos segundos toda mi boca funcionaba absolutamente sola…de forma independiente….sin control…por su cuenta…..decir “basta” era ya imposible…quejarme era una tarea titánica….gritar, impensable…la lengua colgaba por la derecha de mi rostro….de la lengua un rió de baba se desprendía por mi cuello cayendo fuera del babero, mientras mi mirada suplicaba clemencia…pero sin éxito.

Ahora con más ganas y sabiendo que ya no se oirían mis gritos…la doctora se ensañó contra mis pobres piezas dentales una a una….

Jamás me había parado a contar cuantos dientes y muelas tiene uno su boca hasta ese día….y les puedo asegurar, mis queridos amigos, que me parecieron un millón de piezas…

Y la fiera no se cansaba…sino que al parecer, la satisfacción de terminar con una, hacia que cobrara más ímpetus para arremeter contra la siguiente….

Un tubo mal oliente en forma de pipa y conectado a un succionador se estaba encargando de la saliva y la sangre….aunque la verdad es que era tanta que el aparatito en cuestión no daba hecho y más de una ocasión, la doctora tuvo que emprenderla a patadas con el compresor para que no se atascara….

Tumbado….con la mirada perdida y la boca descontrolada….estaba a merced de aquel terrible monstruo abominable del que no tenia escapatoria posible….

Pero lo peor….aun no había llegado.