MI INCONDICIONAL DERECHO A LA PALABRA , AL OIDO Y LA LIBERTAD

Podría decirse que la libertad de expresión es un derecho que le asiste únicamente a aquellos que trabajan en los medios de comunicación , olvidándonos de que en hogar , el derecho a la palabra hablada o escrita es un derecho casi obligatorio si se pretende una convivencia normal , ya que sin la expresión , en su mas completo sentido….nada puede ser posible.

Y sabemos que oír , esa casi virtud, de la que muchos carecemos aunque presumamos de tenerla , …. aunque no esta considerada un derecho , también debería de serlo o quizás el termino “derecho” tendría que cambiarse por el de “obligación “ , lo que de entrada ya comenzaría a ser una Buena excusa para escribir el grito de que cualquier cosa obligada coarta la libertad.

Aun así esa extraña y compleja relación de palabras haría que los unos y los otros , …unos por derecho y otros por obligación , se tuviesen que sentar ( y odio tener que usa otra vez la palabrita ) por “obligación “ ....a comunicarse , una acto digno y escaso al que se le atribuyen los mas grandes desastres de la humanidad.

Pero en el hogar es distinto….y tanto hablar como escuchar a veces , cuando de convencer o de externar ideologías y pensamientos se trata….escapándose de las banales conversaciones domesticas de supermercado , cocina , plancha o finanzas caseras….cuando la cosa va mas lejos …..la “comunicación “ parece molestar o confundir.

Y es que las palabras tomadas por si solas en una conversación sencilla no tienes mayor significado que la palabra misma…

La cosa se complica cuando las palabras se superan a ellas mismas y rozan el pensamiento …los sentimientos, los afectos y desafectos, los amores, y esas cosas que todos llevamos dentro tan prondamente arraigadas que cuando son cuestionadas es mas fácil dejar de hacer uso de la palabra y su derecho o del oír y su obligación , perdiéndose así el bien mas preciado de la comunicación

La paciencia para oír y saber distinguir palabras de conceptos no es una virtud preponderante hoy en día….y tampoco lo es la virtud de saber expresar lo que se piensa generando confusiones profundas causantes la mayoría de la veces de la ruptura de la palabra y el oído.

Y eso es el final…

Quizás el volumen , la entonación , las pausas, los silencios , el lenguaje mudo como las miradas , los gestos , las expresiones y todo eso….ayuden en la confusión o maticen las explicaciones …pero el que recibe es como el receptor….tan culpable el uno como el otro del éxito de la comunicación como del fracaso….

La gran complejidad y diferencia es que uno solo , es necesario para que la magia se rompa y el esfuerzo del otro se desvanezca y se pierda esa comunicación….

El esfuerzo de uno no sirve…..es siempre el de todos…el de ambos….el de los dos….

Y bien puede exigir la comunicación , la palabra y el oído , sin que por eso tenga que existir entendimiento , o comprensión….eso es la libertad .