Friday, February 13, 2009

UNA ENTREVISTA EN "EL NACIONAL "

13 Febrero 2009, 12:00 PM
“La crítica profesional debe mejorar tanto como nuestro cine”
Escrito por: José Rafael Sosa
José Enrique Pintor, uno de los más exitosos directores de cine del país, manifestó que las historias de la pantalla grande son humanas y universales por lo cual no debe limitarse a imprimirles un sello nacional o regional.

En una conversación con Qué Pasa! Pinky habló ampliamente del papel del director, de sus proyectos y de la crítica de cine en el país. En el encuentro se mostró conceptual, reflexivo, y crítico frente a la crítica.

P.- ¿Cuál es la misión del director de cine hoy?

Los directores de cine existen para contar historias. Esa es su misión y su papel. En muchas oportunidades esas historias tienen que ver con su entorno social, pero en otras oportunidades la imaginación toma riendas sueltas y lo que se hace no tiene relación con la realidad. Es el derecho a la fantasía, en entretener o llevar un mensaje a partir de hechos irreales. En lo que tiene que ver con mi papel como director, los años de ejercicio me han transformado en un ser mucho más crítico y me he descubierto como una persona que desea usar este medio de expresión para transmitir emociones conjuntamente con las aspiraciones de la gente, no importa el género cinematográfico que utilice. He ido encontrando la forma de hacerlo y me ha sido posible que el público ría de buena gana al mismo tiempo que se impregna de un buen mensaje humano y solidario. Es algo que forma parte de nuestra conformación latina. Somos capaces de reír, llorar y reflexionar.

P.- ¿Consideras que el contar historias compromete al director con lo que cuenta?

Desde luego que sí. Un director es compromisario con sus historias. Y esa historia nace desde dentro de uno mismo. Para hacerla propia tiene que sentirla como suya. El relato se transforma en la extensión propia del ser que tiene a su cargo exponerlo. El director debe experimentar las sensaciones que quiere llevar. Su deber es encontrar el lenguaje para poder expresarlo adecuadamente. Hay que comprometerse con la historia, la que firmas, a la que le pones tu sello. Una película no es un trabajo de un director, Es una entrega de un mensaje al mundo, difundido masivamente, con elevado sentido estético, con respeto a la gente. El compromiso con la historia va de la mano con la obra misma. No comprometerse con esta historia es prostituirse o venderse en un mercado a quien pueda pagar más por un servicio.

P ¿Qué procuras cuando te decides a tomar un tema para contar una historia?

Lo primero es que debo estar motivado. Debo sentir la necesidad de contar el tema Debo experimentar la sensación de emocionar el público, de que esa audiencia entienda lo que quiero transmitir en el género que sea (comedia, suspenso, terror. Procuro encontrar los personajes necesarios y exactos, imagino todo con música, con determinados colores y enfocado de diferentes modos. La historia debe conectar con el público. Debe gustarme. Debo enamorarme a primera vista del proyecto. Si requiero convencerme de que me gusta, ese es el primer paso para darme cuenta de que no funcionaría con el público. Un proyecto no se puede abordar pensando en la taquilla. Lo importante es la pasión.

P.-¿Cual es tu filmografia y si puedes comentarla?

Mi primer largometraje, La Cárcel de La Victoria (2004), representó mis principales características como director, cámara en movimiento, imágenes manchadas, peso del ambiente, elementos que se mantendrían luego en los dos siguientes proyectos. Esta película marcó mi gusto por el trhiller. El segundo proyecto fue Sanky Panky, marcó un nuevo estilo de comedia en el cual la situación manejada tiene preeminencia sobre el chiste y se retoma el género. Ha sido una película mucho mejor valorada en otros países que en República Dominicana, donde prima una tendencia prejuiciada contra todo lo que cinematográficamente tenga que ver con los gustos y personajes populares. El tercer proyecto es Santi Cló y parte de una realidad que todo el mundo conoce y nadie cuenta. Quisimos establecer una historia de valores humanos, profundamente divertida y con una puesta en pantalla efectiva, altamente cinematográfica. Fue muy satisfactorio trabajar con mi hija y repetir la creación con un equipo tan bueno como el del proyecto Sanky Panky.

P.- ¿Cómo crees que puede crecer el cine latinoamericano ?

El cine latino puede crecer en la medida en que pueda encontrar historias latinas con valor universal y con las que se pueda identificar otros públicos internacionales. Las historias son humanas. No son ni latinas, ni europeas, ni norteamericanas. Basta con encontrar el punto exacto de equilibrio entre la selección adecuada del tema, contar con los recursos y saber elegir quien las interprete.. Lo difícil es que quienes manejan la distribución confíen en que ese mercado latino pueda consumirlas y que esa demanda de historias incluya a otras nacionalidades y etnias.

P. ¿Qué opinas de la crítica del cine en RD?

R. En el país, la crítica de cine es peor que el cine que critican. Por muchos años de ejercicio, por muchos libros leídos, son empíricos y se nota en sus recursos que no exceden los que podía esgrimir cualquier espectador común y corriente. No hay nada peor que leer una crítica mal sustentada, una crítica mala en sí misma, desde su autor. A la crítica hay que hacerle el mismo caso que se le hace a las suegras, si lo que necesitas es que tu matrimonio con su hija funcione.

La crítica lo ha tratado bien

Pinky Pintor aclara que no habla por ninguna herida, ya que su trabajo ha sido bien valorado por la crítica de cine del país. Cuando expresa sus puntos de vista se refiere a la mala sustención de algunos críticos y afirma "no hay nada peor que leer una buena critica...pero mal sustentada". Y añade: "Reconozco que a mí la critica me ha tratado bien...pero eso no debe cegarnos y debemos ser exigentes tambien con los críticos”.

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