ASI PODRIA EMPEZAR MI NOVELA.

Salí corriendo del palacio esperando encontrar como siempre mi caballo amarrado en las caballerizas que se esconden detrás de los aposentos de la reina.

Apenas podía divisar a lo lejos las pequeñas farolas que iluminaban el oscuro y tortuoso pasillo de madera que separa los aposentos de los monarcas , de los sucios y oscuros establos de los corceles reales que de dia sirven para pasear a sus majestades, y en la noche para darles calor .

Llovía y apenas se veía nada…solo se oían mis pasos mientras escapaba y el ruido de las gotas de lluvia al caer sobre la vieja madera del tejado.

Fueron muchas noches las que había tenido que atravesar ese pasillo y nunca me había percata de cuan oscuro era y podía estar, si un dia era necesario cruzarlo corriendo.
Por primera vez estaba sintiendo miedo .
Miedo a lo que estaba dejando atrás…y miedo a lo que había de encontrarme del otro lado de los muros de la fortaleza.
Nunca antes había sentido tan pesada la vieja armadura .
Las “mayas” de hierro se me estaban clavando como agujas en los hombros en cada paso que daba , y por mas que trataba de acomodar el cuerpo de la reina , era imposible evitar el peso y el dolor de cada pieza.
La grasa de la antorcha corría hirviendo palo abajo y se colaba entre las costuras del guante de cuero abrasándome la mano.

El camino nunca antes había sido tan largo y tortuoso, y nunca antes había deseado con tantas ganas, terminar de recorrerlo.

- Ya queda poco majestad…aguante, y pronto estaremos al otro lado de estas paredes…

Dudo mucho que el golpe le permita escuchar mis palabras….

Quizá mis palabras sean solo para mi….y para nadie mas.